Etapa VI: Winchester - Stonehenge - Bath

Ruta = 113 km (Total = 1779 km)

Este día nuestro destino era ir a Bath, cuidad famosa por sus baños y sus aguas termales, y en el camino parar en Stonehenge,  famosas piedras de la prehistoria que tantas veces hemos visto en fotos. Muchos eran los que nos habían recomendado, entre ellos la propia dueña del B&B donde estábamos alojados, que nos gastáramos el dinero en entrar, que no merecía la pena, puesto que antes te dejaban tocarlas y subirte a ellas (nos enseñó una foto de sus hijos en las piedras en 1974), pero que ahora las veías tan de lejos que casi era lo mismo verlas desde la valla.

Así que para allí fuimos, bajo un intenso chaparrón, que sólo paró (¡gracias!) al dejar la moto en el parking de Stonehenge donde otra vez, excepto las motos, cualquier vehículo tenía que pagar por estacionar.

Stonehenge (desde fuera ;-)

Vimos que efectivamente no merecía la pena pagar la entrada, y además queríamos llegar pronto a Bath, así que echamos un vistazo desde fuera, hicimos las fotos de rigor, y seguimos carretera y manta hacia nuestro siguiente descanso.

Cuando llegamos a Bath, fuimos al B&B que habíamos reservado, el Lamp Post Villa -que la verdad, está muy bien, pero no tiene ni el encanto ni la cercanía del que habíamos tenido en Winchester- y nos dispusimos a recorrer la cuidad. Para nosotros lo más importante era disfrutar de sus aguas termales, de manera que una vez visitamos la calle principal y los baños romanos ...

Baños romanos en terma natural

... nos metimos en el Thermae Bath Spa, en una sesión de dos horas de aguas termales, saunas y demás que nos dejaron como nuevos. Destacar que en el último piso hay una piscina de aguas termales al descubierto, sin techo, de manera que estas totalmente al aire libre, y que como fuera hacía fresquito y estaba lloviendo, el contraste se notaba mucho más y fue la que más nos gustó de los 3 estilos diferentes que se podían escoger.

Después de la sesión de relax, nada mejor que una refrescante bebida para continuar la marcha que todavía teníamos mucho que visitar.

Lo último que hicimos, ya yendo hacia el B&B que estaba en la misma zona, fue visitar el Circus, y el Royal Crescent, que son dos de las más grandes representaciones arquitectónicas del estilo Georgiano del siglo XVIII.

El Circus

The Royal Crescent

Con esto terminó nuestra visita a Bath, que es una ciudad que para ver en profundidad se necesitan al menos 3 días, pero que por suerte el tiempo acompañó y pudimos visitar y sobre todo, disfrutar de su mayor atracción, las aguas termales.

Por cierto, Jane Austen también vivió en Bath, ya sabéis porqué entró en la ruta :-)

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