viernes, 16 de julio de 2010

Etapa VII: Abadía de Tintern - Llanidloes

Etapa = 200km (Total = 2000km)

Bath

Esta mañana al levantarnos hemos visto que no llovía y que hacía algo de sol, ¡que suerte! hemos pensado, y hemos ido a desayunar con el Loco, el ayudante del dueño del B&B donde hemos pasado la noche. La habitación ha estado bien, ha sido una pena que en la habitación de al lado dormía la abuela de Psicosis, y desde las 5 de la mañana ha estado haciendo ruidos en el baño... El desayuno ha estado muy bien, pero muy impersonal, nada parecido a nuestra amada "Mo", que hasta el momento es nuestro referente de discrección y eficiencia, aliñado con mucho cariño ... que tierno.

Como no llovía, hemos salido de Bath sin el traje de agua puesto, y claro, en menos de media hora estaba cayendo la del pulpo, si, si, ese que había adivinado que España ganaría el mundial. Así que hemos tenido que parar a ponernos los trajes de agua y la bolsa protectora de la bolsa sobredepósito.

Abadía de Tintern

El primer alto ha sido la Abadía de Tintern, y hasta ese momento no ha parado de llover. Ha sido parar la moto y bajarnos, y ha dejado de llover y hasta ha salido el sol ¡para variar! A tener en cuenta que hemos podido dejar en la moto la bolsa sobredepósito, que no está unida más que por imanes, ya que aquí la gente respeta mucho la propiedad ajena ... en eso no se parece en nada a mi pueblo, que pena. Lo mismo en Francia, recuerdo en en el Mont Saint Michel muchas motos con las chaquetas y los cascos encima sin atar, pero todavía no me lo creía, necesitaba más días de cultura Europea para hacer yo lo mismo :-P




La carretera que lleva hasta la abadía está muy chula, pero no hemos podido disfrutarla debido a la lluvia. La abadía de Tintern es la abadía medieval mejor conservada de toda inglaterra, merece la pena hacerle una visita, además de lo bonito que es el enclave en el que se encuentra.

Una vez hemos hecho la visita, nos hemos dirigido de Tintern hacia Monmouth por la A466, ¡que pasada de carretera! aquí como ya no llovía si que hemos podido disfrutarla a tope y ha merecido la pena.

Hay-on-Wye

Luego nos hemos dirigido a Hay-on-Wye, que es el mayor mercado de libros usados y segunda mano del mundo. Hemos estado paseando por el pueblo y visitando librerías. Curioso el mercadillo de libros en las faldas del castillo "Honesty bookshop", el nombre lo dice todo: hay unas estanterías al aire libre con muchos libros (y la verdad, poco interesantes), de éstos puedes coger los que quieras, y si es de tapa dura, pagas 1 libra, y si es de tapa blanda, pagas media libra, introduciendo el importe en una hucha anclada en la pared ... si pusieran eso en España, durarían los libros menos que un dulce en la puerta de un colegio.



Luego hemos ido a comer a un restaurante local donde nos tomamos un pastel de carne de verdad, con carne estofada y casi medio kilo de carne, y un plato de salchichas gigantes, con cebolla roja y puré de patatas caseras, que casi reventamos comiendo ... ¡¡que rico!! 



Llanidloes - Lloyds Hotel

Como no podía ser de otra manera, el tiempo empezó a estropearse y comenzó a chispear, de manera que nos montamos en la moto y nos dirigimos a Llanidloes siguiendo la A470, hasta que al llegar a la altura de Builth Wells, al haber atasco, tomé un "atajo" a la derecha que nos llevó hasta Llandrindod Wells por una comarcal (A483) y tuvimos que volver a retomar la anterior a la altura de Rhayader.

Con esto hicimos unos 20 minutos más de camino, que a la hora que era, aproximadamente las 18h y con el tiempo que hacía (ya llovía medio en serio) nos pareció una eternidad.

Nuestras caras cambiaron al llegar al hotel Lloyds, un hotel encantador regentado por dos simpatiquísimos personajes. Al ver la habitación, la cama y sobre todo el baño, con una bañera gigante, una gran ducha y todo reluciente, se nos quitaron los kilómetros y la lluvia de la cabeza.

Después de un buen baño, que aunque no era Bath no tenía mucho que envidiar, nos dedicamos a recorrer el pueblo, y como tampoco había mucho que ver, y estaba lloviendo, bajamos hasta el río y volvimos al hotel, que había que descansar y al día siguiente tocaban entre 250 - 350 kilómetros, según la ruta a tomar.

¡Que descanséis!

2 comentarios:

  1. A mi también me sorprendió cuando estuve en Islandia que la gente dejaba los coches aparcados en descampados por la noche con un portatil encima de la guantera. Algo que aquí jamás he visto. Lástima

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  2. ¿Qué es lo que no has visto? ¿El coche con el portátil en la guantera, o el portátil que habían dejado en la guantera? xD

    Tienes razón. Da gusto llegar a un sitio y dejar el casco, la bolsa y demás en la moto, y poder moverte con comodidad y "tranquilidad".

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